Hoy por la mañana cambie mi acostumbrado jugo de naranja, por un té natural de manzanilla. Tuve que esperar al menos 30 minutos a que adquiriera la temperatura tibia, adecuada, según la sensibilidad de mis labios. Ayer por la noche, mi mente era una maraña de pensamientos, los pensamientos más tristes se mezclaron con los placenteros, los inútiles con algo parecido a perspicaz. Tal vez muchos me perciben como alguien inteligente, tanto como para ser catalogada como ñoña, no entiendo sus términos, pero se que la mayoría sólo lo dice por bromear, y los que no, por mi pueden morirse de la envidia. Igual para mi sigo siendo una niña boba. Y siempre será así. Que afortunada, necesito aprender muchas cosas. Y no entiendo que es lo que quiero sentir. Hace mucho incluso que deje de sentir hambre, y sigo comiendo por la única razón de seguir una rutina. Y no entiendo a la gente y sus formalidades, y el caso de llenar su vacio con apariencias. Y no me importa si no lleno sus estándares de perfec...